El 25 de noviembre conmemoramos Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Importante fecha que coincide además con la reciente promulgación en el Perú, de la “Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar”.
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Somos fundamentalmente una organización dedicada a la promoción y protección de derechos humanos. Por ello celebramos esta ley que reconoce a la mujer como sujeto de derecho y considera diferentes tipos de violencia, no solo en el ámbito familiar.
Entre lo más resaltante de esta ley, se tipifica no solo la violencia física, sicológica y sexual, sino también la económica; como la evasión del cumplimiento de las obligaciones alimentarias. Adicionalmente, luego de recibida una denuncia, la Policía tendrá un máximo de 24 horas para documentarla y enviarla al Juzgado correspondiente. El Poder Judicial tendrá un plazo de 72 horas para emitir las medidas de protección para el bienestar de la víctima.
Al respecto, la ONU Mujeres afirma que en todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental. Ya sea en el hogar, en la calle o en los conflictos armados, la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial que ocurre en espacios públicos y privados. Es un día para la reflexión y demanda, pero sobre todo para tomar acciones respecto a este problema.
En el Perú, según el Ministerio de la Mujer Poblaciones Vulnerables, en el 2014 se atendieron 50,485 casos de violencia contra mujeres, de los cuales el 13% de víctimas son menores de edad.
En este marco desde Aldeas Infantiles SOS Perú, desarrollamos programas y proyectos para prevenir la violencia basada en género y el maltrato infantil.
Apostamos por estrategias de promoción de una crianza positiva y con ternura, una paternidad activa en trabajo conjunto con las familias, las comunidades y el Estado.
Una crianza positiva, con ternura y en igualdad de género, permite el desarrollo de la autonomía de las niñas y niños, con relaciones de género equitativas; así estamos convencidos que lograremos sociedades futuras cada vez más justas y democráticas.