junio 3 2020

Historias SOS de cuarentena: Rosa

“Me llamo Rosa Rojas Aguado. Siempre me gustó cocinar, preparar platos diferentes e innovar en la cocina. Gracias al apoyo de Aldeas Infantiles SOS Perú, pude cumplir mi sueño y estudiar Gastronomía para fortalecer mis habilidades culinarias.

Actualmente, curso el último ciclo de la carrera. Sin embargo, al inicio de la pandemia sentí que mis proyecciones de terminar en el tiempo programado se iban a retrasar. Debido a la emergencia por la Covid-19, mis clases presenciales se suspendieron. Felizmente, hoy después de un mes y medio, el Instituto donde estudio ha decido darle continuidad a las clases de forma online.

Me siento agradecida porque sé que no todos los jóvenes tienen la facilidad de continuar sus estudios desde la comodidad de un hogar. Aunque no es igual, yo sigo preparando mis platos con mucho esmero y los expongo a través de videollamadas. De esta manera aprovecho el tiempo en cuarentena.

Antes del coronavirus, trabajaba en un restaurante. Al no contar con la experiencia necesaria, me delegaron la responsabilidad de atender las mesas, pero me dijeron que luego ingresaría a la cocina para poner en práctica mis habilidades. Me sentía muy bien, había hecho buenos amigos. Los dueños eran muy comprensibles y flexibles con mis horarios, entendían que estaba estudiando y que a veces necesitaba tiempo para mis evaluaciones. Por las circunstancias de la emergencia sanitaria, el restaurante tuvo que cerrar.

Muchas personas han dejado de trabajar y muchos negocios han cerrado. Me preocupa que nada vuelva a ser como antes y que las oportunidades de trabajar sean menos, pero sé que cuento con el apoyo de la organización para salir de esta crisis.

Vivo en una comunidad junto a otras cinco participantes del servicio de atención a jóvenes. Nuestra comunicación ha mejorado bastante ahora que nos encontramos juntas en confinamiento. Aprovechamos el tiempo cocinando, a ellas les encanta probar mis platos y disfrutan de mi sazón. Nos organizamos para hacer la limpieza del hogar y cumplimos con todos los protocolos sanitarios. También jugamos, vemos películas y escuchamos música. Además, contamos con el acompañamiento de los asesores juveniles, quienes nos brindan orientación y soporte emocional en estos momentos. ¡Sé que juntos saldremos adelante!”.

Rosa es una de las participantes que recibe apoyo a través de nuestro servicio de atención a jóvenes en Chosica, Perú.

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