En los últimos días, el video de dos hermanas peleándose durante una fiesta de cumpleaños se ha viralizado, generando miles de reacciones, comentarios y hasta memes en las redes sociales.
Al inicio, la situación parece normal. Una niña que cumple 3 años se dispone a apagar su velita, pero de pronto todo cambia cuando su hermana mayor se adelanta y sopla la vela antes que ella. La reacción de la cumpleañera: abalanzarse sobre su hermana para jalarle el cabello de forma violenta mientras llora llena de rabia.
En ningún caso debemos justificar la violencia
“Está bien lo que hizo la de 3 añitos”, “Me gustó ver que a esa niña le agarren las greñas”, son algunos de los comentarios generados por este viral, reacciones que reflejan que la sociedad ha naturalizado la violencia en ciertos contextos.
Mónica Sarmiento, coordinadora técnica de Desarrollo Programático, y Stephany Orihuela, especialista en Protección Infantil y Participación, analizaron el caso durante el webinar “Construyendo Familias Libres de Violencia”. Las especialistas de Aldeas Infantiles SOS Perú comparten esta estrategia de crianza afectiva y respetuosa para intervenir ante situaciones retadoras:
1. Establecer normas claras
Es necesario que, previamente, se hayan establecido normas de convivencia entre todos los integrantes de la familia. Por ejemplo, “Las agresiones no están permitidas”. Es fundamental que estas reglas sean respetadas por todos por igual, no solo por las niñas y niños.
2. Buscar un “tiempo fuera positivo”
Respira y tómate un tiempo antes de intervenir ante un conflicto para evitar respuestas impulsivas. “A veces la primera reacción puede llevarnos a cometer un acto de agresión, por eso lo mejor es pedir "un tiempo fuera positivo" para reflexionar sobre lo que pasó y luego conversar cuando todos los involucrados estén más calmados", aconsejó la especialista en Protección Infantil.
"Muchas veces se piensa que hay que corregir de manera inmediata, pero no es lo mejor porque estamos alterados. Hay que ser conscientes que necesitamos ese tiempo fuera para intervenir con la cabeza, no con el enojo”, explicó Sarmiento.
Por su parte, Orihuela dijo que "no se trata de pasar por alto la situación, sino de intervenir en otras condiciones. Las personas creen que tienen que intervenir al instante, pero muchas veces la situación se agrava y las consecuencias emocionales son terribles".
Lamentablemente, en ocasiones los padres se quedan en el tiempo fuera y luego se olvidan de conversar para ver cómo pueden mejorar esta conducta violenta. Hacer como si nada hubiera pasado es un error.
3. Conversar sobre lo ocurrido
La clave en esta etapa es nombrar lo que sucedió, escuchar activamente, reforzar las normas, buscar alternativas para resolver el conflicto sin violencia y finalmente ver la manera de reparar el daño. “Esto es importante para enseñarles a los niños que hay otras opciones que reemplazan la violencia a la hora de solucionar conflictos”.
Las especialistas explicaron que las normas previamente establecidas son elementos que ayudarán a orientar la conversación (“En esta casa no agredimos”) y la pausa activa permite que los padres intervengan más calmados.
“No preguntar por la conducta, sino por lo que motivó esa conducta y qué opciones hay para reparar el daño. La conducta es solo la punta del iceberg, debemos enfocarnos en lo que originó esa reacción”, indicó Orihuela.
La estrategia aplicada al video viral de las hermanas
Para conversar con la hermana menor:
“Hace un momento le pegaste a tu hermana, ¿qué paso? Entiendo que te haya molestado que soplara tu vela, pero recuerda que en esta familia no están permitidas las agresiones*. ¿Qué puedes hacer para mostrar tu enojo sin agredir? Tu hermana se ha sentido mal, ¿Qué podemos hacer para que se sienta mejor?”**
Para conversar con la hermana mayor:
“Hace un momento soplaste la vela de tu hermana sin su permiso, ¿qué paso? Entiendo que te emociona hacerlo, pero es importante respetar el momento de tu hermana*. ¿Cómo crees que se sintió cuando hiciste eso? ¿Qué podemos hacer para que se sienta mejor?”**
*refuerzas la norma previamente establecida.
**Promueves alternativas a la violencia
Recuerda que las situaciones de conflicto como esta son oportunidades de aprendizaje. Intervenir con esta estrategia te ayudará a mantener el vínculo afectivo con tus hijas e hijos.
Si reaccionas de manera violenta, su relación podría dañarse porque producto del enojo podrías decir palabras ofensivas. Además, lo único que vas a conseguir es que la conducta desaparezca en el momento, pero no se va generar un cambio real a largo plazo. “Mañana lo seguirán haciendo porque no se consideró qué es lo ocasionó la reacción violenta”, finalizó Orihuela.
"Las niñas y niños están en desarrollo, ellos no saben cuáles son las normas sociales, recién están aprendiendo a manejar sus emociones. Es rol de los adultos es ir enseñándoles las normas de convivencia", concluyó Sarmiento.
Con esta estrategia, las niñas y niños aprenderán que hay otras formas de solucionar las situaciones de conflicto sin hacer uso de la violencia.
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